sábado, 20 de octubre de 2007

Pensamiento Caviar y Pensamiento Gnóstico




Artículos de Metapolítica




Eduardo Hernando Nieto

Si bien el término caviar puede sonar poco elegante o serio, es sin embargo más ilustrativo que el concepto “Liberalismo de izquierda”, que es como los académicos afines a esta visión del mundo prefieren ser identificados.
No obstante mi interés en este momento no es entrar en precisiones semánticas sino más bien trazar una línea de contacto muy firme entre lo que representa este discurso ideológico y lo que el profesor alemán Eric Voegelin, denominó con el nombre de Gnosticismo [1], vale decir, aquella forma de pensamiento que se caracterizaría concretamente por mostrar una insatisfacción respecto al mundo en el que se vive y de allí que sea absolutamente necesaria su transformación inmediata [2].
Precisamente en su trabajo Science, Politics and Gnosticism, se podrían conocer concretamente cuales eran las principales características del gnosticismo que si bien constituyó un movimiento religioso de la antigüedad – contemporáneo del cristianismo – sus ecos aun serían percibidos - y quizá con mayor fuerza – en estos días. Así Voegelin señalaba:
1. Insatisfacción con la situación actual
2. Creencia de que los aspectos insatisfactorios de la situación actual es el resultado de un mundo muy pobremente organizado
3. La salvación del mal que impera en el mundo es posible
4. Creencia de que para que la salvación ocurra la constitución del ser, vale decir, la naturaleza humana y la estructura de la realidad tiene que ser transformada en historia
5. Creencia de que la transformación del mundo es factible a través de la acción humana, especialmente la acción política
6. Porque la transformación del orden del Ser es posible, los seres humanos pueden iniciarlo de manera inmediata a través de un plan creado por medio de la gnosis, esto es, del conocimiento secreto del mundo que permite desentrañar sus misterios y producir entonces su cambio total.

Así pues, como señalaría Voegelin, los gnósticos jugaban el papel de los profetas que revelan la ideología de la salvación y aparecería finalmente como un cristianismo escatológico [3]. Tal concepto a su vez, le serviría al profesor alemán como una estructura capaz de analizar la crisis de occidente en sus múltiples facetas (ismos) como el marxismo, el progresismo, el positivismo o el socialismo por ejemplo.

Repasando una a una las características destacadas por Voegelin, tenemos entonces que el gnosticismo representa una visión del mundo que celebra el poder del sujeto y sobre todo su gran capacidad transformadora del mundo partiendo a su vez del “conocimiento gnóstico” que posee y que anuncia justamente el gran cambio para la humanidad. Asimismo, es posible identificar tanto un gnosticismo de izquierda (el comunismo por ejemplo) o de derecha (el liberalismo). Dice Voegelin: “Si el liberalismo se entiende como la salvación inmanente del hombre y de la sociedad, sin duda el comunismo es su manifestación más radical”.[4]

Estas fuerzas de la modernización (es decir, del cambio) se opusieron abiertamente a todo lo clásico o antiguo, a través de lo que Voegelin llamaría clisés gnósticos como el conocido termino “reaccionario” [5] que defendería cosas como “el reconocimiento de la estructura de la realidad, el cultivo de las virtudes de la sophia y la prudentia, la disciplina del intelecto y el desarrollo de la cultura” [6] mientras que considerarían virtudes humanas a la “construcción falaz y la falsificación de la historia, la opinión irresponsable sobre la base de la convicción sincera, la ignorancia filosófica, la torpeza espiritual y la sofisticación agnóstica” [7] de cuya posesión se aseguraría el éxito público.

Hasta aquí con el desarrollo de esta suerte de “teología civil” que ha sido la fuerza que ha acompañado al discurso moderno, vamos ahora hacia aquello que motivo esta referencia a Voegelin y su gnosticismo. La ideología “caviar”.

Hace buen tiempo es común desde la prensa de derecha en nuestro país utilizar el concepto “caviar” [8] para referirse a aquellos políticos, periodistas, académicos o personas en general que se identifican con los principios modernos de la revolución francesa y que se adhiere fervorosamente al Estado Constitucional de Derecho. Igualmente, se asocia esta corriente con la procedencia pequeño burguesa de sus adherentes, o como diría por allí Jünger con el espíritu de los tenderos que quieren medir todo con su vara, es decir, como conspicuos representantes del guenoniano reino de la cantidad o la materia.

Pero, sin lugar a dudas lo más saltante de ellos es su radical y dogmática apoyo a los derechos humanos que vendría a ser esa suerte de “gnosis” de la que hablaba Voegelin y cuyo acceso nos permitirá obviamente alcanzar la salvación. Evidentemente, que este dogma de fe los hace proclives a identificarse con cualquier causa que involucre la defensa de la autonomía individual, la dignidad humana y la inviolabilidad de la persona, la sagrada triada del nuevo culto secular.

En nuestro caso vimos como su participación activa en la denominada “Comisión de la Verdad y Reconciliación” [9] mostró lo más puro de su esencia, a saber, el mundo es HORRIBLE y dentro de este horror, el sufrimiento, la violencia, y por supuesto la muerte deben ser ERRADICADOS. Ya lo dijimos, el gnóstico rechaza el mundo sensible y por eso condena y detesta todo lo que tenga que ver con éste. Pero, a pesar de que nosotros atravesamos una guerra contra un enemigo sangriento como Sendero Luminoso que se oponía abiertamente al Estado peruano, los enemigos públicos debían de ser considerados como “adversarios” (Gamio dixit) y no podían ser diferenciados y mucho menos darles un trato de enemigo. Claro, aquí es donde prima esa visión gnóstica que no distingue realidades y que asume la igualdad e indiferencia de la materia, (podría también ser una interpretación peculiar de lo que significa el que todos seamos hijos de DIOS) y por supuesto el pavor que siente al toparse con manifestaciones horrendas (como las de sendero) prefiriendo sublimar esto y no enfrentar las cosas en su dimensión concreta.

Entonces, el pensamiento caviar como una manifestación contemporánea y local del gnosticismo pretende llevarnos a un mundo de perfección en el cual no habrá nada que pueda ser considerado como malo y harán todo lo que sea posible (no olvidemos que son políticos en ese sentido) por acabar a aquellos que se oponen a su intento de redención.

Como en algún momento lo dijo Carl Schmitt (refiriendose a los liberales), los gnósticos liberales (léase caviares) serán fervientes partidarios del pacifismo aunque estén dispuestos a combatir a los que no renuncian a la guerra o -como se podría añadir también-, adoran la idea de un mundo plural [10] aunque no podrían tolerar a aquellos que no se suscriben al ideario gnóstico y no ven razones para tener que cambiar la realidad (los reaccionarios).

En conclusión, y siguiendo al profesor Voegelin, el caviarismo o liberalismo de izquierda no es sino el ala moderada del gnosticismo que ha tenido también sus manifestaciones ultra radicales (sendero) pero a fin de cuentas representan una misma forma de percepción del mundo y por supuesto suscriben la necesidad de su transformación a su medida y voluntad.






[1] Ver recientemente la traducción elaborada por la editorial argentina Katz del libro de Voegelin La nueva ciencia de la política, Buenos Aires, Katz editores, 2,006 en donde el autor se explaya sobre el significado del término gnosticismo. Igualmente se puede revisar de el mismo, Science, Politics and Gnosticism, Washington D.C.Regnery Hateway, 1990.
[2] De hecho Voegelin consideraba que la modernidad se definía como el crecimiento del gnosticismo, (NCP, p.163.)
[3] Cfr. Michael P. Federici, Eric Voegelin, Wilmington, Delawere, ISI Books, 2002, p.68.
[4] Eric Voegelin, La nueva ciencia de la política, (…) p. 210.
[5] Un conocido profesor de filosofía de la Universidad Católica y “gnóstico aventajado” Gonzalo Gamio Gehri, emplea por ejemplo el concepto gnóstico análogo de “Paleoconservador”. Cfr. Gonzalo Gamio Gehri, “La Teoría política reaccionaria y el mito del retorno al orden natural” en: Pensamiento Constitucional Año VIII, N° 8, Lima, PUCP, pp. 465 – 85, 2002.
[6] Eric Voegelin, La nueva ciencia de la política, (…) p. 213.
[7] Ibid.
[8] Como es harto sabido el término proviene de la cultura política francesa que uso el concepto “gauche caviar” para referirse a aquellos comunistas de café que estaban apuntalando la revolución desde la comodidad y confort de estos espacios típicamente burgueses.
[9] Obviamente la verdad de la gnosis
[10] Plural entre comillas pues hablar de pluralidad sería referirse a los “múltiples” ISMOS que pueblan el universo gnóstico pero que no se diferencian en lo esencial.

4 comentarios:

Christian dijo...

Hola Eduardo. Q bueno que la editorial argentina Katz esté publicando en castellano una serie de obras de filósofos como Eric Voegelin o Leo Strauss, acercándonos a una corriente filosófica contemporánea casi desconocida por el Perú. ¡Estoy esperando q traduzcan la serie de trabajos del alemán Heinrich Meier sobre Carl Schmitt! Estoy seguro q lo harán.

Saludos,
Christian

eduardo hernando nieto dijo...

Hola Christian, si te interesa yo los tengo en ingles aunque ya esta en katz el de strauss y el problema de la teologia politica. Realmente genial el trabajo de Katz, tambien es muy recomendable el texto de Löwith de Hegel a Nietzsche
saludos
eduardo

Christian dijo...

Hola Eduardo. Sería muy interesante revisar los textos de Heinrich Meier sobre Carl Schmitt, su trabajo sobre Leo Strauss lo acabo de conseguir. ¿Cómo hacemos para coordinar? Gracias por el ofrecimiento.

Saludos,
Christian

eduardo hernando nieto dijo...

hola christian, mandame un correo para coordinar, ehernan@pucp.edu.pe

saludos
eduardo