viernes, 16 de mayo de 2008

¿Qué es la Política?


Artículos de Metapolítica


* Eduardo Hernando Nieto



Antes que nada quiero agradecer la invitación que se me ha hecho a fin de dar esta pequeña charla introductoria respecto a un tema tan vital pero al mismo tiempo tan desconocido como es el de la política y lo político. Comenzaremos entonces haciendo un análisis del concepto y una interpretación de lo político. Esto es importante por que últimamente se escucha en los medios de prensa, las opiniones de diversos personajes relacionados con la política nacional, hablando sobre el carácter “técnico” de sus declaraciones. Al decirse esto es obvio que lo que se busca es mostrar una imagen de neutralidad e imparcialidad habida cuenta de que lo político en estos tiempos se encuentra contaminado. Nadie desee llamarse político y más bien parecería ser que lo técnico si está revestido de un aura positiva y porque no buena.

Vamos a conocer entonces lo que significa en realidad la política y lo que es lo político y nos daremos cuenta que cuando alguien dice que es un técnico o que pretende presentarse como una persona con estas características y que quiere ser visto como alguien al margen de lo político, tal aseveración resultará no sólo negativa sino quizás hasta absurda.

Por lo pronto, tenemos que entender que la política no es una actividad mala o negativa, sino todo lo contrario. Por otra parte, quiero recalcar que la política es asimismo una actividad extremadamente compleja. No es una actividad que puede ser llevada a cabo por cualquier persona simplemente por el hecho de tener la intención de participar en la política. Creo que los resultados de esta tendencia a masificar la actividad política – y que dicho sea de paso no solamente ocurre en el Perú sino también en el extranjero - demuestra como es que hay muchas personas que ignoran realmente el significado de la práctica política y más aun que desconocen lo que representa el conocimiento político. En resumen, para ser un político de verdad, los buenos deseos o inclusive la honestidad no bastan.

De la misma manera, tampoco basta inclusive ahora que también parece una necesidad que los que participan en política tengan una conducta ética y moral intachable. Evidentemente se va a requerir que esto sea así pero tampoco esto será suficiente. En otras palabras, no basta ser un hombre honrado y no basta ser un hombre interesado en la política para poder involucrarse en el ámbito político, por que antes de eso se va a requerir fundamentalmente el tener un conocimiento político.

Si cualquiera de nosotros sale a la calle y comienza a preguntar a la gente por ejemplo sobre, su opinión acerca del nuevo gabinete ministerial, encontrará a una señora saliendo del mercado y nos manifestará que “ese señor tiene cara de buena gente” o “esta persona ya tiene experiencia en política”, etc. ¿Qué significa esto?, estas personas que uno entrevista en la calle están dando opiniones políticas y opiniones políticas pueden tenerlas cualquiera de nosotros. El vendedor de la esquina, el chofer de taxi, el cura de la parroquia, o el empresario saliendo de la cebichería La Mar, es decir, cualquiera. Esto sin embargo, no es suficiente, y de hecho puede ser inclusive hasta peligroso. Creo que es fundamental, para iniciarnos en este ámbito político, hacer una meridiana distinción entre lo que significa Conocimiento Político, de lo que significa Opinión Política. La opinión política es algo que tiene un carácter general y que apela a un gran universo mientras que el conocimiento político no puede caer en este terreno tan vago y al mismo tiempo tan expandido en términos cuantitativos.

Creo que la mejor manera de visualizar la distinción entre conocimiento y opinión es mediante un gráfico. Si trazamos una circunferencia, podremos ver que la opinión política va a corresponder a una parte de ésta, que muy bien podría ser un segmento que corresponde al trazado de una recta que va del centro a la periferia de la circunferencia, si decimos que nuestra circunferencia corresponde a una rueda de bicicleta, entonces la opinión pública corresponderá a los rayos de una bicicleta. Si le preguntamos a la gente cual es su opinión sobre un tema x, quizá el ambulante o el taxista podrá tener una opinión al respecto, pero va a ser una opinión parcial, ya que va a estar ubicada en una pequeña parte de la circunferencia, es decir, ésta persona podrá tener acceso a la televisión, quizá a algún diario, no a todos los diarios (presumamos uno económico), y en ese sentido, la información que va a obtener sobre el mundo político va a ser una opinión reducida y no total. Ahora bien, podemos seguir comparando y señalaremos por ejemplo que el ama de casa se puede encontrar también en otra parte de la circunferencia, ella ciertamente conoce el ámbito doméstico, lo que ocurra en su vecindario, etc., podrá tener ciertas ideas pero no necesariamente podrá tener una visión amplia y concreta de la situación política. Si yo soy empresario quizá pueda tener un conocimiento de la bolsa, lo que ocurre fuera del Perú, como van subiendo las acciones, etc., si soy un pequeño empresario, conoceré lo que ocurre en mi ámbito o esfera, pero ojo, solo voy a poder dar una opinión política desde mi ámbito desde el segmento de la circunferencia en el que me encuentre. Ahora bien, si yo soy abogado, voy a poder tener mucho conocimiento de las leyes que expide el Estado Peruano, puedo también conocer lo que me manifiestan mis clientes, o temas específicos, pero no necesariamente voy a tener todo el conocimiento que se requiere para actuar en política.

En resumen, opinión política representará una visión parcial de la política desde nuestro propio ámbito de acción, desde nuestra propia forma de vida. Sin embargo, cuando nosotros estamos expresando la necesidad de contar con un conocimiento política, lo que tenemos que pensar (volviendo a nuestro ejemplo) que éste se ubica en el centro de la circunferencia. Este centro permite tener una visión completa de la realidad, quizá podemos decir que esto es el Estado o la ciudad y por lo tanto quién tiene que actuar desde la política necesariamente deberá estar también en el centro de la circunferencia, y esa ubicación le permitirá tener acceso a todas las partes de la misma. Conocimiento Político es conocimiento del todo.

Para ello, debe quedar muy claro que quién entra en la política tendría que conocer todos los ámbitos del quehacer social, y esto significaría muchos años de estudio y de reflexión tanto de temas prácticos como también fundamentalmente de temas teóricos. Esta es entonces la primera idea que quería plantearles. Lo primero que tenemos que hacer nosotros, si queremos involucrarnos en serio en el ámbito político es hacer esta distinción meridiana entre Opinión y Conocimiento.

Algunos podrán decir que la anterior es una idea poco democrática, por que no está considerando a todos como iguales, pero efectivamente cuando nace la política siempre tuvo ésta un carácter diferenciado y de hecho la jerarquía corresponde a la estructura orgánica y funcional típica de toda ciudad antigua. Obviamente, el hecho que existan jerarquías no significa que se trate de una sociedad injusta o una sociedad totalitaria. En realidad, si nosotros vamos al concepto mismo de la política, éste proviene en concreto del término Polis, que significa ciudad, una ciudad es una unidad, pero yo diría aun más, es un órgano viviente, claro en términos prácticos es un conjunto de personas que habitan en un espacio y que gracias a que habitan en un espacio delimitado, cerrado, pueden mantener relaciones físicas que van a servir para crear y mantener relaciones de amistad. Por cierto, al existir esta unidad podemos afirmar que todos somos ciudadanos, todos somos habitantes de esta polis. Ahora bien, en los orígenes de la Polis, los habitantes eran hijos de personas que habían nacido en esta Polis, y que a su vez venían de un antepasado común o un héroe fundador. Es interesante tomar en cuenta estos antecedentes, por que la idea de un antepasado común o un héroe fundador, significa que éste es el que genera la sangre que después se va a ir extendiendo a medida que va naciendo nuevas personas que se van a incorporar a la ciudad. Hay allí una relación importante que permite mantener la unidad, pero debe aclararse que en esa época la sangre no tenía un significado biológico, por que evidentemente el héroe fundador no es un héroe de tipo físico, sino trascendental, que se encuentra mas allá del espacio y el tiempo, y eso hace que la idea de sangre tenga otras características y no necesariamente materiales. Pero lo que sí resulta relevante es que hay una identificación común con un principio de origen, con un principio fundador.

El hecho que yo pueda ser descendiente de este héroe fundador implica que los demás individuos que habitan en este espacio común (la Polis), también comparten esta identificación, por lo tanto, yo puedo llamar al otro ciudadano de la Polis hermano, y generar una relación de confianza, que significa fe en el otro. Y esta fe implica que yo voy a creer en todo lo que me diga el otro, porque se está mostrando tal como es y no está cubriéndose con ningún ropaje ni está tratando de decir o parecer algo que no es. Claro esta que dentro de una ciudad pueden darse muchas actividades y por eso es importante saber diferenciar nuestras aptitudes y talentos, no todos pueden hacer todo, de allí que la ciudad antigua operase también en función al reconocimiento de linajes y tradiciones y esta es precisamente una de las razones por las cuales, la Polis respondía al modelo orgánico corporativo.

Ciertamente, la confianza solamente se establece en una ciudad donde habitan estas personas que están integrados por estos lazos que acabo de señalar. Sin embargo, y para hacer un poco de historia, en el momento en el cual se manifestaban estas relaciones de confianza y de amistad ya habían comenzado a plantearse también dudas por ejemplo con respecto a la existencia de este héroe fundador y de repente a la veracidad de toda esta narración mítica, que le daba explicación y sentido a la Polis o a su justificación en el espacio y en el tiempo.

Por ejemplo, recordando seguramente sus clases de filosofía, habrán escuchado hablar por allí de los sofistas, los sofistas eran unos personajes que estaban orientados hacia la política o mejor dicho hacia el espacio público, pero con claras intenciones personales y quizá hasta crematísticas. En este sentido, ellos se convirtieron en grandes maestros del arte de la retórica pero ligada ésta no al convencimiento (que implica el concurso de la razón) sino de la persuasión, a fin de que aquellas personas que normalmente procedían de familias adineradas pudiesen empezar a aprender el arte de la persuasión y de esta manera pudiesen ocupar un cargo relevante de gobierno, claro está, que para los sofistas ya la política empezaba a parecerse a una técnica de gobierno y manipulación y no tenía que ver con la felicidad de la colectividad en su totalidad.

Así pues, los sofistas tendían a relativizar cualquier concepción de verdad decían también basarse mas bien en realidades empíricas, es decir, darle características de verdad solamente a hechos visibles, a cosas fácticas, y claro toda esta idea de héroe fundador entraba en el plano de la religión y la filosofía, y no podía ser constatado de manera empírica. En resumen y a lo que voy es que estos sofistas, al comenzar a criticar este fundamento religioso, al comenzar a dudar de este principio fundador, lo que van a hacer es comenzar a fragmentar a la ciudad, por que si nosotros dudamos del principio fundador, entonces no puedo reconocer al otro como mi hermano ya que no compartimos más la “sangre”. El otro podrá comenzar a tener ideas distintas y a sentirse diferente con respecto a los demás, inclusive podría ver a su antiguo hermano en un enemigo al que no le debe ninguna lealtad. Esto es básicamente lo que va a comenzar a producirse, y es en este momento precisamente en el que va a nacer la filosofía política, que le va a dar una nueva interpretación al término política y que va a ser a su vez relevante para nosotros y que además recuerda lo que ya habíamos señalado anteriormente.

Los sofistas al dudar de un principio generan una relativización de valores y como consecuencia de esto, vamos a tener ya una forma de pensamiento mas individualista, en el que cada quien va a comenzar a pensar a su manera, y ya no voy a ver al otro como parte de mi familia sino simplemente como alguien diferente. En estas circunstancias es que la ciudad comienza a sufrir un proceso de fragmentación y fractura debido exclusivamente al hecho que ya se está diluyendo este principio trascendental que nos daba unidad y significado. En otras palabras, estábamos ante la transformación de un cuerpo orgánico en un modelo mecánico en el cual las partes individuales no se entienden como órganos integrantes sino como agregados artificiales y que son asimismo autónomos e independientes. De allí, que la tarea asignada a la filosofía política clásica sea la de recuperar la unidad y el modelo orgánico – corporativo.

Es en este contexto y en relación a lo que acabamos de acotar que se puede traer a colación otra interpretación del significado de la política, ya que también la política puede apreciarse en la siguiente ecuación: Política – Polis – Polemos. Polemos, es otro término griego, que se entiende como conflicto, lucha, o contradicción que precisamente va a ocurrir cuando se expande este pensamiento de sentido individualista. Esta Polemos, nos conduce necesariamente a la siguiente interrogante, ¿lucha para que?, la lucha que va a emprenderse es la lucha por recuperar la unidad que se está perdiendo o que ya está perdida, y ese es el otro significado importante que debemos entender con respecto a lo política o al concepto de Polis ligado a la política.



Resumiendo, tenemos por un lado a la política ligada inicialmente a la unidad, a una gran corporación y por otro lado política vinculada a la lucha por la unidad, ante la presencia de corrientes que tienden a la disolución de la unidad, que se dirigen a la fragmentación de la Polis, y que como consecuencia de esta polarización o fragmentación no solo se va a perder la noción de la unidad sino que también a medida que pasa el tiempo se van a ir dando mas conflictos que van a ser conflictos anónimos, es decir que cada sujeto va a tratar de tener su propia verdad o su propio principio y que va a ser evidentemente diferente al del otro y también diferente al del otro, y así sucesivamente, por ende, lo que antes era un espacio de unidad se transforma ahora en un escenario en el cual existen sujetos (individuos) que luchan por defender sus ideas o principios y la ciudad prácticamente desaparece.

Esta en el fondo es la historia que finalmente forma parte del nacimiento de la filosofía política moderna, se va a ir repitiendo a medida que pasa el tiempo, por ejemplo ustedes tienen a principios de los siglos XVI y XVII, una serie de guerras civiles en donde ya una unidad religiosa se diluye totalmente como era la católica y entonces tenemos un conjunto de facciones que están en pugna y en lucha, y claro esta lucha tiene que acabar en algún momento por que la fragmentación no es buena para nadie, no solamente por que pone en riesgo la vida de cada uno de nosotros sino por que también hace infeliz el vivir. Esta lucha en este contexto de los siglos XVI y XVII se termina con la aparición del Estado Moderno, el mismo que evidentemente lo que va a hacer es obviar todo tema religioso de la esfera pública, la esfera estatal, y por lo tanto aparentemente se va a evitar así los conflictos.

Ahora que ya tenemos una primera impresión con respecto al tema del origen del concepto de lo político, vamos a estudiar ligeramente esto que yo he denominado el concepto antiguo de la política y que es el que va a producir finalmente la primera concepción de lo político y quizás la concepción política que por ser tan cercana a los orígenes de la tradición debe ser mantenida y de hecho percibiremos que todavía se mantiene.

Siendo una realidad la presencia de los sofistas y producida también esta inestabilidad que está manifestándose en la Polis por la tendencia individualista, si se quiere pragmática, de privilegiar solamente el ámbito de la opinión, - recuerden nuevamente a los sofistas, hablan, hablan muy bien, pero lo hacen buscando persuadir – se empieza a afianzar una dinámica nueva en el plano político. Se busca en principio contar con la simpatía del grupo, que nos apoye y que se adhiera a nuestro discurso y conclusiones, etc. Como dijimos, la tarea de persuasión implica básicamente trabajar a niveles bastante superficiales de la naturaleza humana, es decir, el retórico, la persona que maneja la retórica, va a tratar de crear imágenes, plantear ejemplos, etc., y todas estas cosas que pueden conmover a un auditórium que le están escuchando, esto es algo típico del plano de la opinión, porque la opinión siempre va a ser epidérmica, simple y muy relativa. Lamentablemente, este rasgo de los sofistas se aprecia en nuestra vida cotidiana cuando vemos como fluctúan las encuestas políticas según el estado de ánimo de la gente. La opinión es algo que no va a ser fijo ni constante sino que va a ser absolutamente relativa, y esa es una diferencia que la destacamos al inicio de la charla.. El conocimiento político es estable, es fijo, en cambio la opinión es absolutamente voluble. Nosotros no podemos construir una ciudad con ideas relativas o volubles por que no podrá haber estabilidad.

Bien, estaba mencionando esta actividad de los sofistas que crearon una serie de problemas y esto va a llevar por ejemplo, a que surja la Filosofía Política. La filosofía política de todo gobierno antiguo tiene una única virtud y es la de resolver esta pregunta: ¿Cuál puede ser el mejor régimen político? Aquí hay dos cosas que tenemos que considerar: El hecho que yo me preocupe por la búsqueda del mejor régimen político significa en primer término que yo estoy conciente, que yo se, que existe algo que se llama buen régimen político, ya estoy partiendo de una verdad objetiva, que existe el mejor régimen político. Sin embargo, y en segundo lugar, yo también estoy partiendo del hecho que aun no se ha podido manifestar – y quizá nunca lo haga – tal régimen en el mundo, por eso es que lo busco. Esto es importante por que corresponde, por ejemplo, a la necesidad de contar con un espacio de libertad y de discusión para aproximarnos a este mejor régimen político. Justamente la visión científica e inclusive la visión legal no va a tener necesariamente esta característica de apertura por que siempre se va a mover en función a conceptos cerrados o a reglas fijas y que no permiten su discusión, su oposición o deliberación. De hecho, parecería ser que para la gran mayoría de académicos tal régimen perfecto ya existe, el Estado Constitucional de Derecho.

En cuanto a lo que significaba la búsqueda del mejor régimen político, allí habían diversas opciones, sería inclusive ocioso mencionar las clasificaciones aristotélicas, pero quizás lo que sí podríamos tener en cuenta sería resolver la interrogante de lo que sería un buen régimen político. ¿Dependerá la respuesta de la realidad?, es decir, que el régimen se acomoda al contexto, ¿debe tener las características de ser un régimen mixto?, ¿qué significa un régimen mixto?. En realidad, si bien es cierto que el contexto es importante debemos tener en cuenta que las formas de gobierno trascienden el espacio y el tiempo y en ese sentido lo esencial es la proximidad al régimen mixto que significa simplemente compartir lo mejor de cada una de las formas de gobierno que existen: El gobierno de uno, el gobierno de algunos, el gobierno de muchos (que se debe entender finalmente como el gobierno de todos). Tendríamos que hacer entonces una combinación prudente entre todos porque por ejemplo lo ideal sería que el mejor régimen político sería el gobierno de todos, pero eso sería obviar lo que ya hemos mencionado anteriormente, es decir la distinción entre opinión y conocimiento. No todos tienen conocimiento político, por lo tanto, promover un régimen en el cual el gobierno es de todos sería totalmente catastrófico, por que tendríamos que incorporar este gran espacio de opinión. Esto mismo sería igual en el caso del régimen de muchos.

Normalmente, en este contexto antiguo cuando se hablaba de “uno o de algunos”, se entendía que este “uno o algunos” se refería a aquellas personas que estarían más próximas al pensamiento y la acción política. Sin embargo, el gobierno mixto no procuraría un gobierno solamente de uno o algunos, porque ojo, no debemos olvidar que dicha clasificación tenía que ubicarse dentro de una comunidad orgánica funcional por ende se colige que siempre sería necesaria la presencia y la labor de los muchos también.

Efectivamente, la idea de la constitución o de régimen mixto tendría que considerar la incorporación de cada uno de estos sectores dentro de la representación, pero claro asumiendo siempre que tendría que haber cierta jerarquía por la misma idea que los pocos estarían más próximos al conocimiento y los muchos más próximos a la opinión[1].


Esto no significa que se trate de un régimen injusto o arbitrario como venimos insistiendo, porque finalmente la tarea de la Filosofía Política, la tarea que tenían encomendada los pensadores que estaban en ese plano, era la de educar a los que se encontraban mas lejos del conocimiento, a fin de que pudiesen incorporarse paulatinamente a este nivel, por que esto en el fondo era un proceso hacia el estrato superior, esto se llamaba educación o Paideia y esto es lo que finalmente buscaban tanto Sócrates como Platón y Aristóteles, es decir, transformar opiniones en conocimiento, y como estamos hablando de lo político, transformar opinión política en conocimiento político, este es entonces el objetivo que tenemos que considerar, que debemos tomar en cuenta.

Hemos indicado también la presencia del principio de identidad que también permita la generación de la confianza. Sin confianza no es posible tener una estabilidad en la ciudad. Y la confianza solamente se va a manifestar cuando pueda haber un principio que unifique a todos los miembros de la ciudad. En el contexto antiguo, nosotros teníamos que la religión era el principio unificador, tanto en el mundo pre - cristiano como en el mundo cristiano. Sin embargo, vamos a advertir también que el contexto moderno, lo veremos en un momento mas, se va a caracterizar por la muerte de los principios. Sin embargo, es preciso señalar que existió un espacio intermedio entre el mundo de la religión y el del escepticismo y donde podían aparecer ciertos principios aunque finalmente débiles, nos referimos a las ideologías que intentaron llenar el vacío dejado por la religión. Ciertamente, la ideología permitía una identificación y facilitaba además una relación de confianza entre las personas que comparten dicha ideología.

Haciendo un paréntesis, recordemos como en estos años se ha mencionado y escrito tanto sobre la crisis de los partidos políticos sin encontrar aparentemente una explicación, la respuesta a esta crisis es muy simple: no puede haber partido político sin ideología. Tampoco puede haber partidos políticos sin intelectuales que manejen la ideología, que puedan transmitirla a las jerarquías más bajas del partido. Porque todo partido político tiene que ser jerárquico. Además un partido político representa también lo que llamamos un aprendizaje. Yo puedo ingresar como miembro de base, pero gracias a que voy estudiando y voy participando en la vida corporativa voy ascendiendo, pero esto significa que voy a ir aprendiendo en este proceso de ascenso, también, tiene que ver con llegar a cierto nivel en el cual se encontrarían quienes están a cargo del conocimiento de la ideología y que pueden a su vez ir transmitiéndola a cada uno de los militantes y estamentos. Pero, para esto necesariamente tenemos que tomar en cuenta que es fundamental la ideología, y la ideología por cierto tiene que ser compleja, porque si fuese simple cualquiera podría tener acceso a ella, con lo cual no se necesitarían maestros ni líderes, ni instructores, ni tampoco podríamos hablar de distintas instancias con lo cual no habría partido político.

Volviendo ahora si al tema y cerrando el paréntesis, la identidad permite cooperación, y coordinación, sin este elemento la Polis podría sucumbir, o podría finalmente desaparecer. En este sentido, se torna relevante el absolver la pregunta sobre el concepto de lo político en este contexto antiguo. Sabemos perfectamente que a un nivel interno la política es filosofía política y apunta a la búsqueda del mejor régimen político, pero que pasa con la política hacia fuera, en el plano externo. Básicamente vamos a partir del mundo griego y allí advertimos la presencia de una pluralidad de identidades, es decir, un conjunto de Polis, por ejemplo: Esparta, Creta, Atenas, Tebas, etc. Cada una de ellas representa una identidad política. El mundo desde la caída, siempre ha sido un pluriverso y no un universo, siempre ha estado constituido por distintas colectividades, distintas corporaciones que se han diferenciado por historia, tradiciones, etnias etc.

Desde que se produce esta caída (y estoy asumiendo como caída una idea metafísica que implica una fragmentación de la unidad primigenia), el uno deviene en pluralidad y se genera una tensión. Esta situación que aparece narrada en el discurso teológico como la pérdida del paraíso por parte de nuestros padres Adán y Eva pero que puede ser recordada por el mito o el imaginario colectivo a través de múltiples relatos como el despedazamiento del cadáver de Osiris o inclusive con el del cuerpo de Tupac Amaru, ha generado entonces que el plano real se manifieste siempre en términos de pluralismo y diferencia ,es decir, configurado por muchas corporaciones políticas, y que sin embargo van a distinguirse unas de otras.

Este análisis real nos faculta a llegar a otra definición de lo Político: La distinción entre amigo y enemigo, que es la categoría que debemos emplear en el ámbito político externo. Por ejemplo: Esparta podrá generar una alianza con Creta por ciertas circunstancias, es decir, pueden unirse por que saben que Tebas es una polis muy grande, fuerte y que desea tomar su territorio. Cuando Tebas decide oponerse colectivamente a Esparta y a Creta, desde ese momento Tebas se convierte en un Enemigo Político, por que está poniendo en peligro la existencia de la colectividad. La relación política va a ser entonces una relación entre amigo y enemigo, es la distinción que debemos emplear y que no implica necesariamente algo negativo o que incorpora un juicio de valor, en estos términos el enemigo político es un enemigo público y la definición de un enemigo público es la de una corporación, un cuerpo que abiertamente se enfrenta a mí o que por lo menos potencialmente va a generar un peligro para mi colectividad.

El término enemigo público debemos entenderlo en su real medida, porque al enemigo debo identificarlo como y voy a combatirlo como lo que es, pero no voy a asumir que el enemigo puede ser objeto de odio, prejuicios o desprecio, tal vez ahora el enemigo si sea objeto de estos sentimientos, pero, en tiempos antiguos esto no funcionaba así. Yo no puedo sentir odio por mi enemigo, porque ello me haría pensar inclusive en el aniquilamento de mi enemigo, cosa que no sería adecuado, en principio por que no va con la naturaleza humana, y en segundo lugar, porque el enemigo es en principio es una Polis, que por una circunstancia se ha convertido en enemiga. Lo que voy a hacer es simplemente neutralizar al enemigo, al enemigo se le neutraliza pero no se le aniquila, por lo menos esa era una regla clásica que debería mantenerse.

Ahora vamos a hacer una excursión en torno al sentido de la política moderna. En el contexto moderno vamos a tener en principio ciertos hechos, ciertos acontecimientos que van a cambiar completamente este mundo anterior, este mundo clásico o antiguo. Lo primero que va a ocurrir en el mundo moderno es la aparición de esta distinción, entre espacio público y espacio privado, o espacio político y espacio moral. La raíz de esta dicotomía o separación, tiene que ver con la aparición de un concepto muy caro también para la modernidad como lo es el concepto de autonomía. La Autonomía, ( yo elijo mis fines) implicará entonces un vuelco profundo en el sentido de la Polis clásica. Imagínense lo que significará la presencia de este concepto, que es entendido como una forma de libertad absoluta o de poder absoluto del individuo, con respecto al escenario de la ciudad. Si todos los sujetos que viven en la ciudad se reconocen como sujetos autónomos, como sujetos que tienen su propia ley, entonces va a ser muy difícil que puedan a aceptar la presencia de un principio universal, un principio general u objetivo. No estarán entonces en capacidad de integrarse como colectividad, porque cada uno pretenderá ser autónomo y eso significará además que muchos planes de vida podrán ser divergentes y antagónicos. Pero, al mismo tiempo, habrán planes de vida que serán importantes para la colectividad como por ejemplo el convertirse en maestro o médico mientras que otros hasta podrán ser dañinos para la colectividad como el dedicarnos al narcotráfico por ejemplo, pero lo grave en todo esto es que básicamente se tendrán que respetar todos los planes de vida por igual pues hacer discriminaciones entre planes de vida sería tomar como minusválidos o no tomar en serio a quienes han optado por planes que serían considerados por otros como dañinos o negativos.

Esto definitivamente podría poner en peligro lo que el contexto antiguo tomaba muy en cuenta, esto es, las aptitudes, talentos y capacidades de cada uno para poder realizar ciertas actividades. A cuantos de ustedes les gustaría ser cantantes pero no tienen buena voz para ello. De igual manera se podría hablar de cualquier otra actividad o profesión pero para ello se necesitarán ciertas capacidades o dones que contribuyan a realizar de la mejor manera esa actividad o profesión, y precisamente allí está la sabiduría del individuo con conocimiento político, es decir, de saber ubicar a cada persona en su función, porque cada persona tiene ciertas aptitudes para ciertas actividades. El error nacería más bien al colocarse a alguien que no tiene aptitudes para determinada labor en un rol que no le corresponde, en dicho caso, el perjuicio sería entonces para todos.


Luego de que la autonomía empieza a decantarse, surge inmediatamente el mundo de la legalidad, el mundo del derecho, que va a volcar el espacio público al servicio del espacio privado, así pues, tendremos ahora un Estado que oriente su actividad hacia la protección de la seguridad y la vida de los sujetos autónomos. Esto es en realidad el nacimiento del estado absolutista. La primera forma de estado que existe en Occidente. Una vez que aparentemente se logra manejar este elemento de la seguridad, la gente siente que hay demasiada concentración de poder. Por eso, una vez que pasa este estado de caos, la gente va a comenzar a exigir otras cosas, ya no es suficiente la seguridad, es en este momento en el cual comienza a ser absolutamente relevante el tema de la libertad individual, y mas específicamente aún, el tema de la propiedad privada, y tenemos ahora a continuación el nacimiento de una forma de estado que podemos llamar Estado Liberal, destinado a la protección de la vida de los individuos, de la libertad individual y la propiedad. Se trata de una defensa radical del ámbito doméstico ya que finamente será en este lugar donde existirá el sujeto autónomo y donde sus intereses o sus expectativas siempre vana estar ligados a un mundo estrecho y reducido. Por ejemplo, mi familia, mis amigos, mi trabajo, mi universidad, y a medida que pasa el tiempo este mundo privado se va haciendo mucho mas importante y relevante y a mi ya no me va a interesar el espacio público, (espacio colectivo) que mal que bien todavía podría recordarnos el sentido de la política antigua. Finalmente el espacio público sólo interesa en función a la utilidad que pueda brindarme a mi mundo doméstico.

El contexto actual representa entonces – como ya lo atisbaran muchos críticos de la política moderna- un estrechamiento del ambiente público que queda subsumido por el espacio privado, en realidad, se trata de una privatización de lo público que opera nítidamente cuando lo económico desplaza a lo político e inclusive lo subordina. Esto hace pues que la política exprese ahora más bien una perspectiva individualista y doméstica eliminándose así toda conexión con lo colectivo. Por ello, lo que aparentemente parecía ser a inicios de la modernidad y del nacimiento del Estado moderna una dicotomía entre espacio público o privado, ambos en permanente equilibrio, va a convertirse ahora en la hegemonía y dominio absoluto de lo privado.

Por lo tanto, cuando yo digo que estoy interesado en la política, o yo quiero este cargo por que soy político, o necesitamos ministros políticos, todos – e inclusive el mismo interesado -, interpretan esto como algo negativo por que al decir político o actividad política significaría simplemente que estoy tratando de satisfacer mis intereses privados y por lo tanto, todos van a querer ser llamados técnicos en vez de políticos, ya que en la actualidad lo técnico implica imparcialidad, neutralidad y hasta alguien podría entender también provecho general o bienestar colectivo. En ese sentido, me parece muy importante reactivar nuevamente el significado de los conceptos. Entonces tendríamos que entender que este espacio público debería ir mas bien creciendo, pero aquí hay trabajo para los teóricos, porque un concepto moderno como el de autonomía por ejemplo estaría demasiado enraizado como para poder desecharlo y sin embargo sabemos que el ensanchamiento del espacio público puede ser difícil contando con el concepto de autonomía a un lado, ¿cómo poder manejar el ámbito privado, el de la autonomía, con el ámbito público, el de la totalidad?. En todo caso, cabría sin embrago dirigirse a algunas definiciones de autonomía que podrían ser compatibles con la colectividad, digamos entender la autonomía no como una mera elección individual sino como autorrealización por ejemplo.

También sería deseable impulsar el espacio público a través de una nueva comprensión de los derechos individuales, digamos si nos preguntamos: ¿cómo pueden ser defendidos de mejor manera los derechos y las libertades? Acaso la respuesta no tendría que ser a través de una ciudad. Una república es el lugar idóneo para el florecimiento de las libertades, pero sabemos que para que exista una ciudad o una república antes deben haber ciudadanos y los ciudadanos sabemos también que anteponen sus obligaciones a sus derechos.

Evidentemente se requiere de la presencia de una “ciudad”, que proteja estos derechos y libertades, si no tenemos una ciudad integrada entonces nadie va a tener garantía de sus derechos o libertades. Ahora bien: ¿cómo se mantiene la unidad de la ciudad?, fundamentalmente en base a obligaciones ciudadanas, por lo tanto, la obligación es mas importante que el derecho, y lo hacemos simplemente por el hecho de defender las libertades, con este argumento, es decir, con la protección de la libertad a través de la cuidad, lo que voy a tener que reivindicar es: cumple primero tu obligación con respecto a los demás y después tu exigencia, tu libertad, tu potestad. Lamentablemente esta visión ha sido poco considerada debido a la influencia del discurso legal, del discurso jurídico, del discurso del Derecho, por que el discurso legal o jurídico siempre se ha basado en la protección de las libertades y los derechos por encima de todas las cosas.

Quiero concluir entonces reclamando el lugar natural y propio de la política, y este lugar no puede ser otro que el de la ciudad, pero la ciudad en concreto y no en abstracción. Cuando el discurso de globalización nos habla de la aldea global o los políticos – técnicos nos presentan la nueva realidad del mundo unificado no se están refiriendo a la verdadera ciudad sino a una abstracción que esta constituida por derechos abstractos, espacios privados y quizá lo único real sean los millones de desplazados y marginados por el hambre y la miseria del sistema imperante. La verdadera ciudad, la que aspira a buscar el mejor régimen político para dicha y bienestar de su población tiene que ser el espacio ideal para el desarrollo de una vida política sana y con sentido. Espero entonces que estas palabras puedan despertar en sus mentes y corazones la necesidad de buscar con paciencia y entusiasmo el verdadero significado de la política y lo político.
[1] Sobre esto se puede revisar el texto de Leo Strauss, “¿Qué es la educación liberal?”, en Liberalismo antiguo y moderno, Buenos Aires, Katz, 2007.

11 comentarios:

Carlos Eduardo Pérez Crespo dijo...

Estimado Eduardo,

Supongo que el texto fue la ponencia en el evento en Arequipa. Creo que este ha evidenciado el estado actual de tus ideas. En este sentido, la influencia straussiana es explícita.

Al leer la primera parte me recordó mucho al libro IV de la República de Platón, en donde se menciona que la unidad de la ciudad sólo es posible si cada ciudadano cumple su función, fundamentalmente la de los guardianes que reciben una educación especial para sobrellevar los asuntos de la polis.

Sin embargo, creo que hay un punto esencial que ha sido dejado de lado en tu post analizando la lógica del pensamiento antiguo. Y es que la unidad no sólo está en la ciudad, sino en el individuo.

Es difícil imaginar para la racionalidad de los antiguos la unidad de la ciudad sin pensar en la unidad del individuo. Por eso Platón hace la analogía de la armonía de la ciudad con la del alma.

En este sentido, para que la unidad de la ciudad exista la del individuo también debe existir y viceversa. Es una relación insoslayable.

Este tipo de racionalidad entre el individuo y la ciudad ha sido perdida en la modernidad, por lo cual los antiguos al parecer siguen siendo de referencia obligatoria cuando nos encontramos en situaciones de crisis.

Muy interesante post, estamos en contacto.

Saludos,

Carlos P.

eduardo hernando nieto dijo...

Hola carlos, tienes toda la razon, es muy importante el aspecto de la persona y la manera como puede manejar sus tensiones internas a fin de alcanzar cierto grado de armonia. Mas bien este texto lo escribi hace algunos años... ;)
eduardo

n dijo...

Hola! interesante tu post, me hace pensar bastante en el sentido que la mayoria, incluido academicos, tiene de la politica. De hecho, incluso en las aulas universitarias no se toca jamas los temas que planteas. Como discutir acerca de cual es el mejor regimen politico si todos aceptan la democracia como tal? Incluso en las clases de ccpp parece que todos nuestros estudios giraran en torno a como hacer que el mundo tenga una democracia liberal o porque en el Peru la democracia es fragil y lo que hay que hacer para revertir la situacion.
Por otro lado, que se deberia hacer para construir una ideologia o mito para la unidad?

Anónimo dijo...

Señalas al discurso legal como la razón por la que las obligaciones no son consideradas más importantes que los derechos; sin embargo, creo que el discurso legal es parasitario del político en el sentido que son las instancias políticas (como los parlamentos) los que establecen las normas en base a las que los abogados y juristas desarrollan sus discursos. Es decir, que si el discurso legal es actualmente un discurso de derechos es porque así lo definen los políticos, y que no podría ser variado por los juristas o abogados, salvo que estos asuman un rol político momento en el que habrán dejado de desarrollar un discurso legal. Tal vez sea necesario que dediques algún post a la relación entre la política y el Derecho pues creo que hay muchos que, diciendo hacer ‘ciencia’ del Derecho o dogmática, en realidad asumen un encubierto rol político.

eduardo hernando nieto dijo...

Micky & Mallory: Esto es asi porque la mayoria de academicos aun siguen anclados en la dimension positivista, es decir, en la idea de que el mejor regimen no se busca sino ya se lo posee, la democracia liberal, el antidoto para esto es simplemente uno: Filosofia politica

Anonimo: No olvides que muchismos politicos son abogados, yo creo que es la "mentalidad juridica" la que domina el espacio politico y quiza no interese en el fondo si eres ingeniero, administrador o empresario

Anónimo dijo...

Hola profesor, como responde usted a las criticas que se le hace de intolerante? que diria frente a ellas? Muchos le dirian que en un mundo plural como el de hoy es necesario aceptar opciones diversas... y q mucho de lo q usted plantea no admite dicha posibilidad... q diria frente a esto

eduardo hernando nieto dijo...

Hola, no al contrario solo tiene sentido hablar de tolerancia cuando pueden distinguir entre el bien y el mal que es lo que hago, mas bien el pensamiento liberal contemporaneo no puede ser tolerante porque ellos basan su discurso en la incapacidad para hacer juicios de valor por lo que la tolerancia que pregonan queda solo en el papel
saludos
eduardo

Anónimo dijo...

Totalmente cierto.

Anónimo dijo...

Hola... el pensamiento liberal es incapaz de hacer juicios de valor??? Creo que cae en el error, el liberalismo tambien acepta juicios de valor, por ejemplo la aceptacion de la democracia, la igualdad, libertad del individuo no son juicios de valor?? Estos no justamente permiten una mayor tolerancia de las diferencias???
Pedro Roy

eduardo hernando nieto dijo...

La modernidad surge como un proyecto cargado de valores pero inmediatamente incorpora la tesis de la separacion entre hechos y valores (positivismo) señalando que los valores son incognoscibles.
Pero la misma modernidad genera una serie de conflictos que exigen hoy la vuelta de los valores. Sin embargo, las contradicciones continuan ya que por un lado se habla de los valores que indicas pero al mismo tiempo se sigue manteniendo la tesis de la neutralidad y de la imposibilidad de emitir juicios de valor (ejemplo yo no puedo juzgar las conductas homosexuales). Te recomiendo Pedro Roy que leas a Strauss para que entiendas mejor que es el liberalismo contemporaneo
saludos
eduardo hernando nieto

Gonzalo Gamio dijo...

Eduardo:

Te envío a tí y a tus lectores el link de mi texto sobre Utopía, liberalismo y conservadurismo:

http://gonzalogamio.blogspot.com/2008/06/utopas.html

Un abrazo,
Gonzalo.